Restaurante de Torralbenc
Asesorado por el chef de Estrella Michelín Gorka Txapartegi, el restaurante de Torralbenc es el resultado de las técnicas de elaboración sencilla y honesta de la cocina mediterránea con el respeto por las raíces de la gastronomía menorquina.
En nuestras recetas utilizamos productos autóctonos y ecológicos, algunos de ellos elaborados en nuestras tierras, como nuestros vinos Torralbenc, aceite, verduras, especias y huevos. El resultado es una carta corta y certera, combinando entrantes sencillos pero sabrosos, carnes y pescados a la brasa, una selección de arroces y postres artesanales.
Mediodía: de 13:00 h. a 15:15 h.
Noche: de 19:30 h. a 22:30 h.
Cenas románticas
Iluminado por el suave resplandor de la luz de las velas y rodeado de la naturaleza virgen de la finca de Torralbenc, disfrute de un menú de 6 platos cuidadosamente elaborados que repasan los auténticos sabores del mar y de la tierra.
Aquí, escondido entre el floreciente paisaje menorquín y bajo el dosel de los arboles, este rincón se revela como el escenario perfecto para una cena romántica en pareja. Una experiencia en la que celebrar el amor en su estado más puro acompañado por la calidez del atardecer y el suave eco de la naturaleza.
Cocina mediterránea donde predominan la calma y el savoir-faire
El restaurante de Torralbenc está pensado para disfrutar de la cocina como antes, con recetas elaboradas con calma o, como diríamos los menorquines, poc a poc.
Mucho de nuestro buen hacer se basa en saber respetar los tiempos: el tiempo que la naturaleza tarda en darnos lo mejor de la tierra. El tiempo que el carbón vegetal de nuestras brasas requiere para cocinar los productos de nuestra huerta. El tiempo que haga falta y mucho mimo, para ofrecer lo mejor de cada producto en todas y cada una de nuestras recetas.
Un refugio menorquín rodeado de naturaleza
La experiencia gastronómica se intensifica por el propio entorno donde se ubica el restaurante. El comedor interior, un espacio cálido y acogedor en tonos tierra, es el edificio que la finca usaba para el almacenaje de la cosecha y las labores de la vid.
Sin embargo, la gran protagonista es la terraza, un auténtico refugio natural rodeado de zonas ajardinadas, olivos y viñedos con vistas al horizonte del mar.
