Un auténtico museo al aire libre.
Menorca conserva una amplia gama de construcciones prehistóricas a lo largo y ancho de toda la isla: taulas, navetas y talayots salpican sus campos. En primavera, cuando los días comienzan a ser más largos y podemos disfrutar de más horas de luz, llega el momento ideal para salir desde Torralbenc a recorrer este auténtico museo al aire libre a través de la ruta de talayots.
Aunque hoy en día sus orígenes, su construcción y su funcionalidad siguen rodeados de misterio, se cree que los talayots fueron erguidos entre el año 1000 y el 700 a.C . Son torres troncocónicas construidas con la técnica de piedra en seco, sin argamasa entre ellas. También parece que tenían como función principal la de ganar altura para poder tener visibilidad del terreno situado a su alrededor, se les atribuye así cierto carácter defensivo o de vigilancia. Además, los talayots se convirtieron en elementos de cohesión social de las primitivas comunidades y asentamientos locales.
Algunos de sus ejemplos más característicos y mejor conservados son los de Torelló, Trepucó y Cornia Nou. Varias de estas construcciones optan a ser declaradas patrimonio de la Humanidad por la UNESCO bajo la denominación Menorca Talayótica.
Los talayots constituyen sin duda un motivo más para recorrer y descubrir los encantos del interior de la isla y una experiencia telúrica que nos conecta con lo más ancestral y primitivo de nuestra cultura.
Photo: Menorca Experience.