Adrenalina sobre las aguas cristalinas de Menorca.

De todas las actividades estivales que pueden practicarse en el agua, posiblemente el esquí acuático es una de las preferidas de la gente más activa, con más ganas de adrenalina y que más ejercicio físico implica.

Este deporte nació en 1922, en Minnesota, de la mano de Ralph Samuelson pero no fue hasta 50 años más tarde, en las olimpiadas de Múnich de 1972 cuando se presentó como un deporte de competición.

Este deporte acuático que nació en el Lago Pepin, en USA, pero que posteriormente empezó a practicarse también en el mar, es una mezcla de esquí y de surf, y cuenta con varias versiones que incluyen tanto el uso de esquís (en su versión más clásica), como de una tabla (Wakeskate y Wakeboard) o incluso hay quienes lo practican descalzos… agarrados a una cuerda, mientras son remolcados a gran velocidad normalmente por una lancha rápida.

Las aguas turquesas de Menorca cuentan desde hace años con adeptos a las diferentes modalidades de esquí acuático, que disfrutan de este deporte sobre todo los meses más calurosos, cuando el mar está más apetecible que nunca y la gente busca diversión y hacer ejercicio disfrutando al máximo del agua.

En diferentes calas de la isla son muchas las empresas que ofrecen este tipo de entretenimiento tanto para gente ya experimentada como para quienes quieren probar por primera vez y aprender de la mano de profesores multilingües.

No es raro ver, sobre todo durante los meses de verano, a gente de todas las edades descubriendo lo divertido que puede llegar a ser el esquí acuático o incluso a los más profesionales haciendo piruetas en el aire sobre sus tablas.

Si quiere conocer de primera mano todas las posibilidades del esquí acuático y probar cualquiera de sus diferentes versiones no dude en hacérnoslo saber. Una de las partes más divertidas de Menorca le espera… ¡y solo necesita el bañador!